En los últimos años, el sector financiero y bancario ha evolucionado en el ámbito de la tecnología dejando atrás a las instituciones financieras tradicionales. Dicha evolución es – en gran medida – gracias a la Internet y a la enorme adopción día a día de los dispositivos electrónicos móviles, de tal manera que se está abriendo el panorama a nuevas competencias que por meta piensan llegar a una máxima colocación financiera al dar el acercamiento a sus usuarios con sus innovadas plataformas; a estas instituciones que explotan la transformación de la tecnología para prestar servicios financieros se les denomina “Fintech” o dicho de otra forma: Instituciones de Tecnología Financiera.

Actualmente se considera que existen tres tipos de Instituciones:

  • Las que intentan competir directamente a otras instituciones financieras establecidas.
  • Las que su propósito principal es aliarse con instituciones financieras establecidas para lanzar un producto o servicio.
  • Las que prestan sus servicios para mejorar algún eslabón de la cadena de valor de una institución financiera.

Sólo en México se estima que trabajan un aproximado de 160 a 200 organizaciones vinculadas con el desarrollo de tecnologías financieras, a decir de la SHCP (Secretaría de Hacienda y Crédito Público) cada organización cuenta con más de 540 mil usuarios activos, los cuales han recibido más de mil millones de pesos en créditos, estás organizaciones han logrado un gran impacto en nuestro país y esto lo convierte en uno de los mercados más valiosos del sector en América Latina.

 En virtud de todo lo anterior y previendo un futuro prometedor, el pasado primero de marzo del año actual, la Cámara de Diputados aprobó Ley para Regular las Instituciones de Tecnología Financiera, más conocida como La Ley Fintech, la cual se enfoca en tres principales áreas:

  • Pagos electrónicos.
  • Financiamiento colectivo.
  • Activos virtuales. 

 ¿Cuál es el propósito de la Ley?

Principalmente, regular a las empresas/organizaciones de microfinanciamiento colectivo – también conocido como “crowdfunding” -, a las monedas virtuales (Bitcoin, Ethereum, etc.) y al capital electrónico usado como inversiones. La ley Fintech en principio pretende combatir el lavado de dinero e irregularidades que pudieran ser aprovechadas por el crimen organizado, fomentando así la protección y confianza en los usuarios que utilicen las plataformas de servicios tecnológicos financieros; también permitirá realizar inversiones o recibir créditos a tasas más atractivas y accesibles, obteniendo así mejores rendimientos en los primeros y tasas más atractivas en los segundos.

 “Esta ley esclarece la situación jurídica de algunas empresas, que antes operaban no ilegal, pero tampoco era explícitamente legal su funcionamiento.» Eduardo Guraieb

A su vez la Ley Fintech corregirá otras leyes, como la Ley de Instituciones de Crédito, la Ley del Mercado de Valores, y la Ley General de Organizaciones y Actividades Auxiliares del Crédito.

Gracias a la aprobación de esta Ley, se podrán realizar transacciones en línea sin salir de casa para ir al banco y hacer filas, se agilizará el proceso de cobros/pagos, apertura de cuentas, consultas y reclamos en línea, por lo que en tan sólo cinco minutos podrás empezar a recibir pagos con tarjeta de crédito o débito en tu establecimiento con apenas un par de pantallas para el ingreso de tus datos y acaso algún documento probatorio de identidad.

Con esta ley, pequeñas y medianas empresas podrán verse beneficiadas con la regulación que les permita el acceso a más de cinco mil millones de pesos anuales, y por otro lado, México estaría asegurando una posición como foco de innovación financiera de América Latina.

Como profesionista, dueño de negocio o empresario lo invitamos a que no pierda de vista las nuevas opciones con las que las Tecnologías de la Información pueden hacer de su actividad económica un impulso en un México cada vez más interconectado.