Dentro de los programas de cumplimiento persuasivo, la Vigilancia Profunda es uno de los programas más redituables para el SAT y la SHCP, ya que como su nombre lo sugiere, este puede desencadenar una revisión exhaustiva de los movimientos, operaciones y registros contables de un contribuyente.

Regresemos un poco y detengámonos a analizar un poco la vigilancia profunda ejecutada por parte del SAT.

De regreso en 2015 el SAT, comenzó a entregar una serie de invitaciones a través de diversos medios a contribuyentes con quienes presuntamente detectaban irregularidades, en una campaña para prevenir la evasión fiscal e incrementar la recaudación.

El contribuyente se veía en la necesidad de voluntariamente satisfacer la solicitud de información que desacreditara la suposición de dichas irregularidades.

Sin embargo, el factor de persuasión variaba dependiendo de la región en la que se aplicara dicho programa, o de otros factores de parte del SAT.

Al grado que, la Procuraduría en Defensa del Contribuyente (PRODECON), respondió con un escrito asentando las bases de los derechos de los contribuyentes respecto a dicho programa.

De los cuales podemos resaltar algunos de las más importantes,

    • Ser informado de manera clara, concreta y cordial de las presuntas inconsistencias u omisiones detectadas en el cumplimiento de las obligaciones fiscales
    • Ser acompañado a dichas entrevistas por asesores que apoyen y asesoren al contribuyente.
    • Conocer por escrito (no sólo de manera verbal) en las entrevistas con las autoridades fiscales, las inconsistencias u omisiones señalados en el oficio o carta invitación.
    • Saber que el cumplimiento de estas invitaciones es voluntario, por lo que si no se atienden no generan, por sí solas, obligaciones ni consecuencias jurídicas.

Por lo anterior la Vigilancia Profunda, debe considerarse como tal, un programa de cumplimiento persuasivo, que si bien puede ser visto como un síntoma de supuestas inconsistencias, es una invitación voluntaria para aclarar las mismas.

En DECXA consideramos que una contabilidad saludable, es una responsabilidad compartida entre el contribuyente y su equipo contable, en donde se cuenta con la capacidad de identificar, corregir, prevenir y aclarar posibles inconsistencias fiscales, dando la tranquilidad de cumplir con lo establecido por la ley.

Por lo que de recibir dicha invitación por parte del SAT sugerimos se asesore con su equipo contable y juntos tomen el curso de acción que mejor aplique a su caso. De igual manera, quedamos a sus ordenes en caso de requerir de servicios de asesoría contable – fiscal.